El empate ante Rusia en el último amistoso previo a la Eurocopa Sub-21 ha servido a España como revulsivo. Los talentosos futbolistas españoles saben que pueden rendir a mucho mayor nivel y con ese aliciente vivieron ayer una jornada de conjura a sólo cinco días del debut en Dinamarca. Los de Milla se estrenarán el domingo (20:45, Cuatro) frente a la dura Inglaterra y entonces no habrá posibilidad de error. Por eso el seleccionador quiso elevar el espíritu colectivo de los 23 convocados con una charla amena que se prolongó durante 25 minutos sobre el césped de Las Rozas.
En ella se habló del bonito objetivo que hay por delante, de las cosas que aún se pueden mejorar y de que sólo estando centrados en este torneo se alcanzará la meta. Ya se sabe que hay cierta preocupación por el futuro incierto de algunos de los Sub-21, así que cualquier método de motivación es productivo. Además, Milla dio libre a los futbolistas por la tarde para que desconectaran un poco de la concentración y se divirtieran. Algunos aprovecharon para quedar con familiares, amigos o pareja y otros, la mayoría, se fueron a comer en grupo al Asador Donostiarra. Cualquier estrategia es buena para lograr el reto olímpico en Dinamarca.
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