sábado, 18 de junio de 2011

Entrevista a Thiago Alcantara


"El fútbol que hago lo tengo dibujado en mi cabeza"

Tiene el descaro de los valientes. Es oro puro sobre el césped. Hijo de un campeón del mundo, el brasileño Mazinho, Thiago es un futbolista diferente. Un virtuoso. Sus jugadas provocan sonrisa o asombro. Malabarismo con el balón, velocidad, pase y llegada. El futbolista que se perfila como mejor jugador del Europeo sub''21 muestra en una entrevista con Efe la misma valentía ante una grabadora. Sus sueños van más allá de un club. Quiere ser leyenda.

De padre futbolista, Mazinho, y madre jugadora de voleibol, Valeria, solo podían nacer deportistas...
Seguro (risas). Imagina como sería, que el primer regalo que recibí en la cuna fue un balón. Ese llevaba sonajero. Puedo asegurar que el fútbol es algo innato. Nací con ganas de jugar. Desde pequeño cada vez que veía algo redondo sentía la necesidad de chutarlo, dar un pase o hacer un malabarismo.

¿Se inculca en la disciplina familiar esa pasión por el deporte, los valores de un deportista de elite?
Creo que viene desde pequeño. En mi caso el fútbol es una afición que tengo desde siempre. Nadie me la ha inculcado. He nacido con ella.

Juega con la alegría y el descaro del fútbol de barrio, del juego de la calle.
Muestro un fútbol de alegría. Tengo una buena mezcla. La raíz brasileña de mi padre, de toda su familia que jugaba al fútbol como la familia de mi madre. Y de España he adquirido el orden, lo táctico, la cabeza. Es una mezcla de todo que genera el fútbol que yo hago.

Dice Zidane que los más grandes se diferencian del resto porque cuando reciben la pelota ya sabían lo que iban a hacer.
Es que ni lo piensas. Ves que viene el balón y tienes esa jugada en la cabeza. Yo no pienso. Lo tengo ya dibujado en mi cabeza. Siempre he vivido con el riesgo de tener en la cabeza hacer cosas diferentes a los demás. Creo que es lo que me ha llevado hasta aquí. Aunque admito que hay momentos en los hay que evitarlo.

Y otros en los que le obligan a tocar de primera...
Vengo de un equipo donde prima el toque rápido, la posesión de balón. También intentamos hacerlo en la selección española porque es el medio que se utiliza para poder ganar los partidos. Jugando bien.

Sin embargo, siempre hay un hueco para la fantasía.
Siempre. Lo que hago me sale de dentro. El control, la técnica, la rapidez viene de por sí. Con los entrenamientos pules cosas tácticas, aprendes a tomar decisiones, pero lo demás es tuyo.

¿De quién aprendió más?
De mi padre. Es una persona muy profesional, muy seria. Siempre nos ha inculcado respeto a la profesión. Nos ha echado broncas cuando debía y animado siempre cuando tenía que hacerlo.

¿Quién es su ídolo?
No tengo. Nunca me he fijado en nadie para jugar. Mi referencia es mi padre, para aprender como has de ser dentro y fuera del campo. Él fue mi ídolo. Luego puedo disfrutar con ciertos futbolistas. Me quedaría con la fantasía de Ronaldinho, sus jugadas espectaculares. Su uno contra uno. Pero ahora en el Barça se prima el juego rápido. En la selección también. Así que el espectáculo para el último tercio del campo.

Era un renacuajo y ya se le veía pegado a un balón junto a Mazinho. Y dejaba a todos con la boca abierta por sus malabares.
En Paterna y A Madroa siempre tenía la suerte de que mi padre me llevaba a los entrenamientos cuando no tenía clase. Crecí viendo a los jugadores y jugando en los campos de al lado de donde entrenaba. Cuando mi padre acababa se quedaba jugando conmigo y mi hermano. Son grandes recuerdos. Mucha diversión.

¿Qué entrenador ha sido clave?
Me marcó mucho un entrenador que tuve en Vigo. A pesar de que él creyera que podía ser el mejor del equipo nunca me lo dio a entender. Siempre me hacía sacar lo máximo de mi y esforzarme más. Le llamábamos ''El Rojo''. Javier Lago del Ureca.

Esos inicios de felicidad, ¿le condujeron a jugar con España y renunciar a las selecciones de Brasil e Italia con las que podía jugar?
Me siento español. Crecí en España, aprendí a leer aquí. Lo único que toda mi familia es brasileña y lo hablo en casa, pero yo considero Vigo mi ciudad natal. Son imborrables los recuerdos del colegio. Los amigos que tengo. La forma en la que viví allí.

¿Cuál es el consejo que nunca olvidará?
Siempre me decía mi padre que al trabajar nunca piense que las cosas están hechas porque si no, no te marcas objetivos en la vida.

¿Qué es lo que más le gusta del fútbol?
Que me hace feliz. Cuando juego me hace olvidar todo lo de alrededor. Es lo que me llena. Dentro del campo es el momento de tu vida que estas centrado en algo.

¿Afuera es irresponsable?
No. Siempre fui responsable desde pequeñito, por eso tengo alguna cana de tanto comerme la cabeza (risas). La verdad es que he sido un chico muy maduro pese a ser juguetón. Ahora quiero sacarme la selectividad y estudiar para estar preparado para lo que me pueda venir después del fútbol.

¿Cuál es mayor defecto por pulir?
Por mi fútbol soy un jugador muy arriesgado. De vez en cuando opto por arriesgar en malas zonas del campo.

¿Quién es mejor, Thiago o su hermano Rafinha?
(Piensa). A ver. Mi hermano es un gran jugador y va a apuntar muy alto pero somos diferentes. Nos complementamos. Él es zurdo, más fuerte, con más velocidad incluso. A mi me gusta más el balón, tocarlo, entrar en velocidad al juego.

Su primer sueldo de futbolista es....
Para la familia, siempre para ellos. Ahorro para cualquier cosa que pueda pasar. Pensando en mi gente. Cualquier cosa que pase en mi vida siempre están ellos por delante.

¿Cuál es el mayor capricho que se ha dado gracias al fútbol?
Mi primer coche, un mini que compré al cumplir 18 años, que tuve con el sueldo que me pude ganar durante estos años.

¿Un amigo?
Jonathan Dos Santos. En el primer equipo del Barça hemos vivido juntos situaciones muy buenas y muy malas.

¿Su sueño es triunfar en el Barça?
Mentiría si dijese que mi sueño es triunfar en el Barça. Mi sueño es triunfar en el fútbol. Quiero ser un jugador que la gente recuerde para siempre. Que la gente vea que se divierte cuando hace su profesión.

¿Qué análisis hace del caso Cesc?, ¿entendería su fichaje por un alto precio tras haber estado en La Masía?
Así es el fútbol. Han pasado mil casos y en la historia del fútbol seguirán pasando. Yo no soy una excepción. Cesc es un gran jugador y en el club siempre vendría bien, claro.

Si se concreta la llegada de Cesc, ¿puede provocar su salida?
No lo sé. No es una cosa que me plantee en este momento. Me quedan dos años de contrato. Ahora pienso en ganar el Europeo sub''21 y lograr una plaza para los Juegos Olímpicos. Luego me iré de vacaciones. Y llegará el momento de afrontar la pretemporada con mi equipo. Guardiola es un entrenador que durante todos estos años me ha demostrado su confianza y lo que cambia este año es que ya soy solo jugador del primer equipo. Veremos.

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