viernes, 29 de abril de 2011

Deulofeu: Messi, en el espejo y Ronaldinho, en el retrovisor


El mejor Ronaldinho, el que cautivó a todo el mundo con la camiseta del Barça entre 2003 y 2006, antes de su brusco declive, creó escuela entre los niños de aquel momento como ahora hace Leo Messi. Uno de ellos desembarcó en el fútbol base azulgrana al mismo tiempo que el brasileño aterrizaba en el primer equipo. Gerard Deulofeu llegó en 2003 con 9 años recién cumplidos procedente de la Penya Esportiva Bons Aires, club que pertenecía al Girona. Ya hacía cosas distintas con el balón en el campo del Riudarenes, la población gerundense de unos 1.500 habitantes en la que nació. Cuando recibieron la llamada del Barça, Marcel y Maria Jesús, sus padres, entendieron que no podían decir que no. 'Deulo' comenzó a jugar en el Benjamín A de Félix Sánchez imitando los regates y los gestos de aquel Ronaldinho que con el '10' a la espalda iluminaba el mundo del fútbol. Posiblemente sea el primer 'hijo' futbolístico del hoy jugador del Flamengo o, por lo menos, su alumno más aventajado.

"Sólo tenía ojos para Ronaldinho, era su ídolo", recuerda su padre de aquellos primeros años en los que Gerard también jugaba de '10' por detrás de los tres delanteros. Curiosamente, al mismo tiempo que cambiaba de modelo deportivo también variaba su posición en el campo. La cuesta abajo de Ronnie coincidió con el progresivo paso al extremo de Deulofeu, que cada vez se fijó más en Messi, aunque ya con ojos de futbolista de futuro, no de admirador adolescente. Fran Sánchez le colocaba por la izquierda a pierna cambiada (es diestro) en el infantil y el cadete, aprovechando su velocidad y habilidad para realizar en carrera regates inverosímiles.

Explosión mediática

Su explosión en los torneos de fútbol base más mediáticos tanto con el Barça como con Catalunya (Estepona, Arona, Campeonato de España Sub 12...) hicieron que se pelearan por él las principales firmas deportivas y los representantes más populares. Al final se lo quedaron Nike y Ginés Carvajal,el agente de Raúl y Víctor Valdés. Pero ese proceso pasó la lógica factura a un niño en pleno desarrollo físico y mental. Imposible no creerse el mejor cuando todos te lo dicen. Eso se transformó en fútbol individualista y en gestos de crack durante una etapa. Incluso dejó los estudios de lado.

Pero también es injusto colgarle una etiqueta para toda la vida por un pecado de juventud. Gerard está progresando con la edad, dicen sus técnicos que cada vez ve el deporte con más humildad y un sentido más colectivo del juego y los resultados están llegando. También ha vuelto a clase. En edad de Juvenil B (17 años cumplidos el 13 de marzo), es pieza clave en el Juvenil A de Òscar Garcia, ya ha debutado en Segunda División con Luis Enrique y ha participado en entrenamientos del primer equipo con Pep Guardiola.

En la selección Sub 17 de Ginés Meléndez, con la que ya impresionó en el Europeo disputado en junio (fue subcampeón), acapara elogios. Pero que nadie lo dude: ahora ya sabe asimilarlos

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