martes, 26 de abril de 2011

Una perla rojiblanca criada en la cantera de... ¡Interviú!


Alberto Noguera vio cumplido el domingo su sueño de debutar en Primera en el Calderón. El canterano rojiblanco saltó a la banda a calentar en el minuto 50 y en el 84 sustituyó a Elías. Estaba nervioso, pero pronto se le fue pasando: "Lo primero que sentí cuando supe que iba convocado fueron muchos nervios, pero luego, poco a poco, simplemente iba notando más ganas de que llegara el momento para disfrutarlo a tope. Cuando Quique me dijo que calentara me sorprendió y me volvieron un poquillo los nervios, pero al salir a la banda y ver a toda esa gente animando me tranquilicé".

Hasta aquí sería la historia normal de cualquier canterano. Pero pocos futbolistas que han llegado a Primera pueden presumir también de haber sido tres veces campeón de España de fútbol sala.

Un día Noguera, conocido como Kanka en el parqué, decidió dejar Interviú para probar fortuna en el fútbol once. Ya con 12 años se había enrolado en las categorías inferiores del Dosa mientras, paralelamente, seguía atendiendo la llamada de la selección madrileña de fútbol sala. "Tengo la espina de saber si valdré", contestó cuando Sebas, ex jugador del Getafe, le llamó para que probase con el club azulón. Al final el pulso lo ganaría el campo grande.

Su primer entrenador de fútbol once le dio un consejo: "Que no te quieran cambiar, tú juega a tu aire". Con el paso del tiempo el estigma de jugador de fútbol sala perseguía a Noguera y su físico, además, no siempre era compatible con las pretensiones de algunos entrenadores.

Tras pasar por el juvenil del Getafe estuvo cerca de marcharse a la Primera División de Rumanía, pero una vez allí reculó por las trampas que ofrecía su contrato. Pese a todas las comodidades, tampoco la vida allí convencía a un chaval de 18 años.
A su vuelta, y mientras entrenaba con el Rayo Majadahonda, Noguera recibió la llamada del Real Madrid. El club blanco quería quedarse con él para cederle al San Sebastián de los Reyes alegando falta de condición física. Noguera dijo que sí, que se iba al Sanse, pero directamente, sin cesiones ni ataduras, y puso fin a su relación con el Madrid.

Sus primeros meses en el Sanse no fueron fáciles, pero todo cambió cuando Álvaro García llegó al banquillo. El actual técnico sansero le dio toda la confianza que necesitaba y Noguera encandiló al público de Matapiñoneras... y a los ojeadores rojiblancos, que se lo llevaron al Atlético C.

Desde entonces hasta su debut con el primer equipo no ha parado de crecer, algo que no ha pasado desapercibido entre los técnicos de la casa rojiblanca. Él, con una sonrisa en la cara, se da por satisfecho con lo que ha logrado, aunque, como es lógico, no renuncia a nada: "¡Que me quiten lo bailao! Esta experiencia me va a servir como aprendizaje y ahora sólo tengo que pensar en seguir trabajando para que me den más oportunidades. Si llegan, bienvenidas serán, pero no quiero mirar más allá. Sé que soy jugador del filial, pero todo esto que me ha pasado ya no me lo quita nadie".

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