El año pasado, allá por abril, fue noticia a nivel nacional el caso de Lander Hernández, un infantil que el Athletic le arrancó al Levante con sólo 13 años. Era la primera vez desde la profunda reestructuración del fútbol base en el verano de 2009 que las categorías inferiores hacían tanto ruido para el gran público. Lander llevaba 23 goles en sus últimos 13 partidos cuando Íñigo Lizarralde, el ojeador de Lezama que le seguía de cerca, se adelantó a Real Madrid y Villarreal. Aquello tuvo una doble lectura de puertas para adentro. Por un lado, el orgullo de que varios clubes se pelearan por un jugador de la casa. Por el otro, el perjuicio que para la cantera fue perderlo y, sobre todo, el disgusto por las maneras del Athletic, que jamás habló directamente con el Levante.
Los casos que vinieron después ya no tuvieron tanta repercusión en los periódicos, pero lo cierto es que en Orriols han escocido más que el de Lander. Y es que para lo bueno y lo malo hay que tener mucho tiento con los chavales. Los granotas no son ajenos a ese otro mercado de fichajes en categorías inferiores en los que a menudo Barcelona y Arsenal se llevan la palma en el ´robo´ de niños por sus cuestionables prácticas.
El pasado verano, sin ir más lejos, el Valencia se llevó a siete futbolistas. Tres de ellos, para más inri, de la misma tacada: Víctor Giner, Fran Navarro e Iván Estero, que se enrolaron en el mismo infantil A, un hecho bastante insólito. Hasta un prebenjamín como Miguel Moreno, nacido en 2003, fue captado por los técnicos que suelen hacer parada en Buñol, donde también reclutaron a Carlos Prieto, del 2002. De origen levantinista es también Álex Martínez, que tras llegar a Paterna hace un año ha acabado enrolado en la cantera del Barcelona.
Pero no sólo el Valencia pesca en Buñol. También lo hace el Villarreal. El submarino se quedó con la copla de dos de los alevines que triunfaron en el popular Torneo de Brunete: Iván Castilla y Sergio Lozano. Ambos militan ahora en el infantil amarillo de primer año. Aunque en circunstancias diferentes, el Espanyol cazó en Buñol al llevarse a Iván, el hijo de Fernando Gómez, que fue azulgrana tan sólo por unos meses.
La realidad salta a la vista. El Levante se ha quedado en una situación de desventaja en la Comunitat. Mientras que desde Orriols no pasa desapercibido que entre Valencia y Villarreal hay un pacto tácito por el cual no se tocan a sus canteranos, el club granota está al margen, lo que lo deja en una situación peliaguda. Públicamente no ha expresado ninguna queja, aunque en privado Quico Catalán sí ha tratado de abordar la situación con sus homólogos. Cuentan que en Buñol han llegado a darse casos de ojeadores que directamente abordan a los padres de los chavales junto a los campos. Una práctica que ha generado malestar en el club, que en ocasiones echa de menos una llamada de caballerosidad. Legalmente es imposible retener a un chaval y encima está la desventaja añadidas de la austeridad en el gasto y la lejanía de la Ciudad Deportiva para hacer frente a tamaña competencia.
Sin embargo, por suerte para los de Orriols no todos los jugadores que reciben ofertas de otros equipos abandonan el proyecto granota. Dos claros ejemplos son Iván López y Quique Torrent, los últimos en apostar por el Levante. El lateral derecho, internacional sub'19, es uno de los emblemas del club y desechó propuestas para renovar. Caso similar es el de Quique, uno de los jóvenes valores del fútbol valenciano que, junto a Javi Ortega, ha estado participando en el III Campeonato Nacional de Selecciones Autonómicas sub´16 y sub´18 en Ceuta.
Superdeporte.es
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