domingo, 12 de junio de 2011
El Santos de Neymar se acerca a la final de la Libertadores
El Santos se acercó a la final de la Copa Libertadores al ganar por 1-0 al Cerro Porteño paraguayo en un partido completo de su estrella, Neymar, que le permite viajar a Asunción con ventaja en la semifinal. El joven internacional brasileño lideró a su equipo y de sus botas nació la jugada y la asistencia del único gol del partido, obra de Edú Dracena (m.43).
El equipo brasileño tuvo muchas dificultades para superar el duro marcaje del Cerro en la primera parte y no consiguió rematar a su adversario al final del partido cuando éste bajó la guardia por el cansancio, por lo que la eliminatoria aún quedó abierta.
El Cerro, con carácter combativo, frenó la propuesta creativa del Santos y lo alejó de su área en gran parte de la primera mitad por medio de una presión insistente sobre los laterales y un trabajo constante por el medio, que fue efectivo para aislar a Neymar de los centrocampistas y anular así su capacidad de llevar peligro a la portería.
Los paraguayos tampoco conseguían avanzar demasiado, puesto que el conjunto del puerto paulista los mantuvo a raya gracias a los volantes Arouca y Danilo, que se mostraron más aplicados en labores defensivas que en la generación de juego. Las dificultades del Santos en llegar a las proximidades del área del Cerro obligaron a Neymar a retroceder diez metros para salir de su incomunicación y poder recibir pases.
Con el joven internacional brasileño fuera del área y mucho sudor de todos sus compañeros, el Santos comenzó a amasar el balón y a crear sus primeras ocasiones. La habilidad en el regate de Neymar, estrella indiscutible del equipo, sería decisiva para romper el cerco defensivo de los paraguayos y desequilibrar el marcador.
Una potente arrancada del "once" del Santos hasta la línea de fondo, seguida de un pase bombeado, propició el único gol que culminó Edu Dracena con un testarazo que hizo al balón besar el larguero antes de cruzar la línea.
El descanso alimentó el hambre de gol de los brasileños, que en los primeros instantes de la segunda parte incrementaron sus acometidas ante un Cerro que en ocasiones tenía dificultades para mantener la compostura y se veía forzado a recurrir a duras faltas. El conjunto azulgrana no renunciaba a disputar el control del balón, pero se topaba una y otra vez con la línea de centrocampistas brasileños, que estuvieron expeditivos tanto en el corte como en la presión en el centro de la cancha.
Con el paso del tiempo el Santos se acomodó y aligeró la presión, dejando las tareas ofensivas casi exclusivamente a Neymar, que lanzó varios contragolpes peligrosos aprovechando el cansancio del Cerro, que le dejaba los suficientes metros para caracolear y lanzar sus ataques. Los brasileños, sin embargo, dilataron demasiado los tiempos y no lograron asestar un segundo gol que habría significado liquidar la eliminatoria.
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