El patio trasero del primer equipo del Barça anda revuelto. No es para menos después de que los canteranos menos utilizados del primer equipo y las primeras espadas del filial hayan visto su cara en las portadas de los diarios durante la última semana como si fueran ofertas de supermercado. Jugadores como Thiago, Bojan, Montoya, Jeffren o Jonathan dos Santos han manifestado en mayor o menor medida su disgusto ante la situación de verse utilizados como complemento económico a los 45 millones que el Barça dispone para fichar este verano y que no dan, ni mucho menos, para cumplir con las peticiones del entrenador.
La prueba de los nervios de los canteranos se produjo ayer cuando Thiago Alcántara se apresuró a salir al paso de unas declaraciones suyas para rectificarlas y pedir perdón. El viernes por la tarde, Thiago había declarado a la agencia EFE que "mentiría si digo que lo que quiero es triunfar en el Barça, lo que quiero es triunfar en el fútbol y ser recordado". Menos de doce horas después, rectificaba estas palabras en RAC 1 y pedía perdón.
"Pido disculpas al barcelonismo porque sé que las declaraciones no han sentado bien. No medí bien mis palabras y, aunque creo que se han malinterpretado, es algo que a mi edad debería saber hacerlo mejor", afirmó.
Casos anteriores.
Pero es que Thiago no es el primer jugador que se queja. Esta misma semana, Martín Montoya aseguraba que "hablen de nosotros como moneda de cambio es una manera de despreciarnos".
En términos similares se había manifestado anteriormente el extremo Jeffren Suárez, quien dijo que "si no me valoran en el Barcelona, pensaré lo que hay que hacer".
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