Y a empezó el baile de verdad. La familia Pozzo cerró filas y cuadró sus agendas para sondear de primera mano, ya sin la presencia de agentes y representantes de todo tipo, hasta dónde están dispuestos los grandes clubs europeos para fichar a Alexis Sánchez. Ya no hay tiempo para más reflexiones y estudios, el Udinese ha cerrado la primera etapa y ha abierto el capítulo de negociaciones. Es la hora de poner el dinero y de cuadrar las voluntades de todo el mundo.
Desde Chile, concentrado con su selección en vistas a la Copa América, Alexis Sánchez ha movido sus piezas con máxima discreción. A través de su representante, Fernando Felicevich, el delantero maneja toda la información que ha arrojado el mercado. Su comportamiento hasta la fecha ha sido ejemplar y tanto el presidente de Udinese, Franco Soldati, como el máximo accionista de la entidad, Giampaolo Pozzo, han comentado en numerosas ocasiones que si la oferta que llega es decente “trataremos por todos los medios de respetar la voluntad del jugador. Se lo merece y así se lo prometimos en su día”. Palabras que cobran mayor sentido en estos momentos.
Alexis Sánchez, tras conocer el estado real de la puja, ha hecho valer su primera consideración: “Quiero ir al Barça”. El crack chileno no cambia de opinión. Udinese sabe desde hace tiempo que el futbolista es partidario de dar el salto al FC Barcelona. Estima que su estilo de juego es ideal para sus características y está convencido que no tendría problemas de adaptación en su llegada al vestuario. Es más, y atendiendo a las ofertas que él de forma particular ha recibido, ha pedido a Felicevich que no priorice el tema económico. Equipos como el City, United e incluso el Inter le han prometido fichas muy superiores a los poco más de tres millones de euros que en su día pactó con la dirección deportiva del Barça. No le importa. Está dispuesto a renunciar a miles de euros y pide que Udinese también se muestre generoso en su negociación.
Giampaolo Pozzo, y su hijo Gino, manifestaron en su día que serían sensibles a las demandas del jugador, pero tampoco están en disposición de 'regalar¿ a Alexis y perder los jugosos millones que conjuntos como el City garantizan. El chileno reclama priorizar al Barça y rechazar de plano otras propuestas que no mejoren deportivamente su status actual. Es decir, la Juventus que no jugará Champions o el City, con un estilo sin definir y en el que no ve claro dónde su ubicaría. Su entorno sí que acepta escuchar la propuesta directa de Sir Alex Ferguson y su United, así como también la del Inter a través de Moratti.
La Premier rompe la baraja
La prensa inglesa y su habitual baile de rumores ayer acaparó el grueso de la información. No se pusieron de acuerdo. Unos apuntaron a que los millones del City -35 kilos para el Udinese y una espectacular comisión para los agentes en juego- eran insuperables y sometían todas las conciencias. Otros, por el contrario, afirmaron que Ferguson había hecho de las suyas y el United había equiparado la propuesta de su vecino y competidor. La familia Pozzo optó por guardar silencio. En este caso no se han marcado ningún farol. Advirtieron hace más de una semana que el City mantenía los 35 millones de hace meses y que el United apretaría de lo lindo. Así ha sido. Es el turno del Barça. Bartomeu y Zubizarreta saben que no están obligados a superar las millonarias propuestas procedentes de Manchester, pero sí deberán estar dar con una fórmula que pueda compensar a la directiva de Udinese.
Los millones del Barça más la voluntad de Alexis Sánchez pesan en una mesa. Los rectores azulgrana lo saben... y la familia Pozzo también. Bartomeu quiere jugar la partida con habilidad y respetando los tiempos marcados por la escuadra italiana. Las negociaciones entre clubs ahora sí que están en marcha, pero deberán cocinarse a fuego lento.
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