El centrocampista es una de las joyas de la corona de la cantera blanquiazul y Mauricio Pochettino sigue su progresión de muy cerca. En los partidillos contra el primer equipo demuestra muy buenas maneras, así como en el filial. Pero Pochettino tendrá que esperar para hacerle jugar. El motivo es que la licencia federativa del centrocampista fue presentada por el club el pasado mes de septiembre, cuando Pol cumplió los 16 años de edad. Suficiente para jugar con el Espanyol B, que al militar en Tercera División no debe seguir el mismo reglamento que en las categorías profesionales, pero para poder debutar en Primera División hubiera sido necesario que la licencia hubiera llegado en plazo, es decir, durante el pasado mes de agosto.
Esta demora de tiempo no preocupa excesivamente a los técnicos, pues consideran que Paul Quaye es aún muy joven y debe seguir una progresión lógica. De momento, su sitio es el filial, aunque con cada vez más participación en los entrenamientos del primer equipo. Y es que Pochettino le tiene en cuenta. Prueba de su interés es que pidió que diera el salto al 'B' para tenerlo más controlado. Ya lo ha visto en acción varias veces, como el pasado domingo, cuando el técnico se desplazó al campo de la Montañesa. Quaye fue titular.
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