Tenía que ser un día como otro cualquiera para Gerard Deulofeu. Levantarse temprano, coger el bus hacia el colegio León XIII, comer y, por la tarde, entreno con el Juvenil A de Óscar García. Pero una inesperada llamada cambió los planes del jugador de Riudarenes a primera hora de la mañana, mientras asistía a clase de matemáticas. Pep Guardiola lo requería para entrenar con el primer equipo una vez más, y ya van seis, a pesar de que el prometedor extremo acaba de cumplir los 17 años (13-3-1994).
Gerard tuvo que abandonar a toda velocidad el colegio y dirigirse de inmediato a la Ciutat Esportiva. Pero a pesar de las prisas no pudo evitar llegar cinco minutos tarde.
Lógicamente no fue culpa suya, le habían avisado con muy poca de antelación. Sin embargo, saltar al césped cinco minutos más tarde le costó ganarse las bromas de algunos veteranos como Víctor Valdés que le pegó un grito señalando el reloj.
El nuevo crack ‘made in’ Barça ha entrado con buen pie en el vestuario azulgrana. Conscientes de su enorme talento y meteórica progresión, los más veteranos lo han tratado con especial delicadeza en las seis ocasiones que ha compartido vestuario con ellos. Y es que los expertos aseguran que el joven delantero está llamado a ser el Messi del futuro a la catalana, por su calidad individual, su regate y una manera de afrontar el uno contra uno fuera de lo común.
El caso del jugador de Girona, subcampeón de Europa con la sub 17, es excepcional. Llegó al fútbol base azulgrana a los 9 años y desde entonces ha ido quemando categorías a un ritmo superior al que le correspondía por edad. Sin ir más lejos, a Deulofeu le correspondería estar en el Juvenil B, al ser juvenil de primer año. No obstante, hace apenas medio mes, el 28 de febrero, el catalán debutó en el Barça B de Luis Enrique ante el Córdoba, convirtiéndose en el segundo jugador más joven de la historia en estrenarse en el filial.
Descarado dentro y fuera del campo, su juego no ha pasado desapercibido para algunos grandes de Europa. Pero que la afición esté tranquila, el Barça no tiene ninguna intención de dejarlo marchar.
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