Luka Modric jugará hoy en el Bernabéu uno de esos partidos de Champions League con los que lleva soñando desde que era un crío, desde que jugaba cedido en el HSK Zrinjski de Mostar (Bosnia Herzegovina) o luego ya en Croacia en el NK Inter Zapresic. Luego en el Dinamo de Zagreb ya fue internacional absoluto y jugó con la selección 'ajedrezada' en grandes citas.
Pero nunca había llegado a unos cuartos de final de la Champions. Lo hará jugando en el Tottenham Hotspur, el club que le fichó a golpe de talonario. El Barça, que le seguía, tardó en decidirse, y el presidente del club londinense (Daniel Levy) se presentó en Zagreb con un avión privado, puso encima de la mesa 21 millones de euros y se lo llevó. Tuvieron que comprarle un traje nuevo para la presentación porque viajó sin equipaje.
Luka tenía la recomendación hasta de Johan Cruyff y no sólo por su parecido físico ni por jugar con el dorsal número 14, sino porque le enamoró su juego. Diversos técnicos del Barça habían presentado sendos informes positivos del 'Cruyff croata' y hasta Txiki Begiristain fue a verle. Pero, al final, el Tottenham se hizo con sus servicios.
Luka había estado con su compañera Vanja varias veces en Barcelona y en el Camp Nou. Era una ilusión personal fichar por ese Barça que le encantaba por su forma de jugar, por su estadio, por su afición, por la ciudad.
Hoy será uno de los líderes del Tottenham que intentará eliminar al Real Madrid en cuartos para, si se cumple el pronóstico, poder jugar en el Camp Nou en semis frente al Barça, el equipo en el que quiso jugar y no pudo hacerlo.
A sus 25 años, Luka Modric es uno de los mejores centrocampistas de la Premier League y tiene ofertas para ir al Calcio, aunque a él lo que le sigue tirando es la Liga y el Barça. Es un 'culé' croata
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