Ander Herrera está de mudanza. El centrocampista del Zaragoza jugó ayer su último partido como futbolista de pleno derecho del conjunto aragonés porque su futuro aparece vestido de rojiblanco. Athletic y Zaragoza acordaron el viernes las condiciones de su traspaso: el club de Ibaigane pagará al conjunto aragonés 7,5 millones de euros y dejará abierta la posibilidad de abonar algo más de 1,5 millones de euros en función de una serie de objetivos. Además, Herrera acabará la temporada en el conjunto aragonés.
Fernando García Macua y Agapito Iglesias, máximos responsables de Athletic y Zaragoza, cerraron el trato en Pamplona. Fue entonces cuando por parte de la delegación rojiblanca se llamó a su guardia de corps para anunciar un acuerdo que Agapito prefirió mantener en cuarentena por eso de que el equipo del que es principal accionista estaba en vísperas de un trascendente partido contra el Málaga y de que el futbolista todavía no tenía delante un precontrato.
La oferta del Athletic, que con bonus se eleva hasta los nueve millones de euros, convenció al Zaragoza más que la propuesta del Villarreal, el otro club que pelea por hacerse con los servicios del centrocampista Sub-21. El Zaragoza no tenía mayor inquietud que la económica, así que su intención era vender el futbolista al mejor postor. Y ese es el Athletic, que abonará cuatro millones de inmediato mientras que el resto del traspaso se pagará con la llegada del jugador a Bilbao.
Villarreal. El Villarreal, consciente de que ha existido malestar por airear un fichaje que todavía no está cerrado, mantiene su oferta al club y al propio futbolista. No obstante, el submarino amarillo tiene muy complicado que Herrera haga quedar mal a Agapito.
El Athletic ofrecerá cinco años de contrato al medio en una negociación que debería cerrarse con el internacional Sub-21 durante la próxima semana.
Sólo se pagó más por Ríos
El traspaso de Ander Herrera entra de cabeza en el top de los desembolsos de fichajes pagados por el Athletic. Los 7,5 millones de euros que recibirá el Zaragoza (casi 9,5 si Herrera cumple con una serie de objetivos) le colocan en la segunda cantidad más alta pagada por el conjunto rojiblanco por un futbolista. El podio lo sigue manteniendo la contratación de Roberto Ríos, por la que el Athletic pagó 12 millones de euros el verano de 1997. El cajón lo cierra Javi Martínez, que procedente del filial de Osasuna costó 6 millones de euros en 2006.
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