Tenían tres oportunidades para coronarse como campeones de su categoría pero han solventado la papeleta en el primer envite. El Juvenil B del Real Madrid consiguió sobre el césped del Nuestra Señora de la Torre tres puntos de oro para poner la guinda a una temporada sobresaliente. Barril, al filo del descanso, Castaño y Jesé, por partida doble, fueron los artífices de la goleada en el derbi madrileño que acabó con el alirón blanco a falta de dos jornadas por disputar.
La visita al campo del Rayo Vallecano presagiaba que la conquista del Campeonato no sería nada sencilla. No en vano, en el primer cuarto de hora no hubo claro dueño del esférico y los primeros acercamientos corrían a cargo de los locales. El Rayo saltó al césped con mucha intensidad y presionando en la cancha del Madrid la salida del balón. Un acertado Andrés desbarató en el min. 18 la mejor ocasión rayista de todo el encuentro. A partir de ahí, el Real Madrid se acomodó sobre el tapete del Nuestra Señora de la Torre y comenzó a controlar.
El equipo que dirige Tristán Celador se sacudió la presión inicial y fue haciéndose con la posesión del esférico. Álex por banda izquierda y Barril por el flanco derecho protagonizaban las jugadas de mayor peligro. Ambos, con la misma iniciativa de llegar a línea de fondo y centrar, surtían de balones a los arietes blancos. Sin embargo, Jesé en el min. 22 y dos minutos después Ramírez no lograron abrir la lata. Tampoco Sergió gozó de fortuna a la media hora de juego, cuando remató a bocajarro un saque de esquina que salió desviado. El tanto era cuestión de tiempo.
Al filo del descanso Aguza y Barril hilvanaron una gran jugada que a la postre estrenaría el casillero blanco. Un balón entre líneas que le llega al capitán blanco en la medialuna que, ante la salida del meta rayista, transforma con un disparo raso. 0-1 y a la caseta con el triunfo encarrilado.
En la reanudación, el filial blanco se afianzó sobre todas las parcelas del campo y gozó de las mejores ocasiones para incrementar la renta del primer acto. Los locales apenas pusieron a prueba a Andrés y el peligro ofensivo se remitió tan sólo a un disparo en el ecuador de la segunda mitad que la zaga blanca, perfecta durante el choque, supo desviar. Para entonces, la posesión era de dueño visitante y Ramírez, de tiro cruzado, en el min. 20 y Biel, a la salida de un córner, en el min. 26 fueron las ocasiones que precedieron al festival anotador del segundo tiempo.
En el min. 29 de la segunda mitad Jesé logró el tanto de la tranquilidad. Gran jugada de Rubén, hombre de refresco del segundo tiempo, que asiste al ‘9’ madridista para que empuje a placer en el área pequeña y aplicar justicia en Vallecas. Poco después llegó el tercero, con el sello de Castaño, que salió instantes antes. Un disparo con la zurda desde la frontal ajustado al palo sentenciaba el choque. Y por último, con el pitido final Jesé colocaba el definitivo 0-4 al culminar una jugada trenzada junto a Rubén para certificar el título liguero y reivindicar los productos de la Fábrica blanca.
Con el pitido final, todos los jugadores corrieron a abrazarse y al grito de ¡campeones, campeones! celebraron el título con los aficionados que se desplazaron hasta el barrio madrileño. Ya en vestuarios se sucedieron los cánticos entre jugadores y cuerpo técnico.
realmadrid.com
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