
Con su padre, de visita hasta el 10 de febrero, celebró ayer el delantero sus 21 años. Sergio Ezequiel Araujo nació el 28 de enero de 1992 en Buenos Aires y como buen argentino empezó a golear primero en las calles de la capital con sus amigos y después en el Atlanta de fútbol sala. Araujo no jugó a fútbol 11 hasta los 13 años, cuando ingresó en Boca Juniors, su equipo hasta el pasado verano. Precisamente fueron sus compañeros en el infantil 'xeneize' quienes le apodaron el 'Chino'.
En su domicilio de Sant Joan Despí, cercano a la Ciutat Esportiva, recibió ayer algunos regalos e incontables mensajes de felicitación. El más especial le llegó por la tarde procedente de Argentina. Un corazón de peluche, una caja de bombones, una botella de cava y una emotiva carta de su novia Mica, jugadora de balonmano... ¡de River Plate! Araujo ya cuenta los días que faltan para que aterrice en Barcelona, el próximo mes.
Más fino en todos los sentidos
El 'Chino' atraviesa su mejor momento en el Barça. Le costó adaptarse al estilo de fútbol y echó de menos a su familia. Pero ahora ya es uno más. Ha perdido peso y ha ganado velocidad. Y se ha hecho con la titularidad. De ariete, su demarcación ideal, aunque en ocasiones Eusebio también le ha colocado de extremo izquierdo, aprovechando sus pícaras diagonales y su buen entendimiento con Rafinha, Luis Alberto o Lobato, el trío que generó el espectacular 2-1.
Araujo firmó un contrato de un año más otro, que depende unilateralmente del club azulgrana. Los técnicos están satisfechos de su notable mejoría y todo apunta a que seguirá. La incógnita es si, en junio de 2014, se hará efectiva la opción de compra, que asciende a seis millones. Si mantiene la progresion tendrá sus opciones.
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