Antonio Adán (Mejorada del campo, Madrid, 1987) debutó el domingo en Cornellà como futbolista de Primera división. El meta del Madrid ocupó la plaza de Di María tras la expulsión de Casillas en el minuto 2 y defendió la portería de su equipo durante 88 minutos en los que transmitió seguridad y calma. Algo complicado en un duelo de alto voltaje, del que Adán salió muy reforzado. El sábado, ante el Levante, le aguarda una nueva oportunidad. Esta vez, como titular.
"Antonio parecía un veterano", dijo Jose Mourinho en la rueda de prensa posterior al triunfo blanco en Barcelona. Adán hizo de la sobriedad su mejor virtud en Cornellà. No le hizo falta tirar de reflejos, los que sí lució ante el Auxerre, en su debut oficial con el primer equipo del Real Madrid, el pasado 8 de diciembre. En aquella ocasión, salió al campo por lesión de Jerzy Dudek. El domingo, ya no tenía al meta polaco por delante. "Estaba preparado. El míster me dio confianza y salté al campo relajado y seguro".
Adán ya es el segundo portero del Madrid. Su potencia (1,90 metros, 88 kilos) se combina con un buen juego de pies, además de seguridad por arriba. Condiciones que ha ido puliendo a lo largo de 14 años en las categorías inferiores del Real Madrid. Era apenas un proyecto de portero cuando llegó al club en 1997, y ha pasado por todos los estratos de La Fábrica hasta convertirse, este verano, en miembro de pleno derecho de la primera plantilla.
En la historia de Adán también hay superación personal. La temporada 2008-09 la pasó en blanco tras una grave lesión de rodilla. Un contratiempo que, según confiesa, le hizo "más fuerte". Adán, admirador de Buyo y Casillas, empieza a ser ya un referente para los chavales de Valdebebas. En especial para su hermano Alfonso, de 14 años -en el Madrid desde 2004- que se curte ya, también como portero, en los mismo campos de Valdebebas en los que un día trabajó el mayor de la saga.
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